Empezar a llover era señal inequívoca de tu llegada pronta,
seguro arrivo de tu piel tras de mi cuello,
con tus manos en mis ojos,
y tu voz en mis sentidos,
saludas a mi alma enamorada,
entralazabamos nuestras manos,
como señal de unirnos,
y el destino nos depararía,
caminos distintos,
Pretendimos ser,
un corazón,
que luego, partimos,
Para dos, construir, senderos paralelos,
que no se encontrarán jamás.