Tuvimos miedo, amor,
a tomarnos de las manos,
mirarnos a los ojos,
y tatuar un destino en nuestra piel,
Sentimos una timidez absurda,
de gritarle al mundo un sentimiento,
y escribir una historia,
en las pupilas,
dos corazones se cruzaron un día,
y tuvieron miedo,
de compartir la luz de un amor bonito,
o, tal vez,
de ser heridos de nuevo,
y el miedo pudo más,
al deseo de intentarlo.